El proceso de rehabilitación de una lesión suele ser traumático para las personas. Sobre todo, por el dolor que conlleva la lesión, y también por la carga psicológica que implican la inactividad y la incertidumbre.
De ahí que sea básica la existencia de un plan de rehabilitación coherente y personalizado. Existen diversos factores que atenúan tanto la frecuencia de padecer lesiones como la gravedad de las mismas. Un buen estado físico-psíquico y una buena alimentación no sólo les previene de lesiones sino que, además, disminuye la severidad de las mismas y acelera su recuperación.
Por otro lado, aplicar el tratamiento acertado en la etapa inicial de la lesión hace que la inflamación, la inmovilidad y la pérdida de tono muscular sean menores.